Antes de comenzar con los ejercicos, es importante consultarlo con tu médico. No todos los partos son iguales, y hay casos en los que se debe esperar.
Primero debes recuperar el tono muscular del abdomen, pero debes esperar 40 días después del parto para empezar a trabajar en ello. En casi todos los partos, los músculos trabajan mucho, sobre todo los que se encuentran en la zona pélvica. Se ponen débiles y hay que ejercitarlos para que no aparezcan problemas posteriormente, como incontinencia urinaria a largo plazo.
Para fortalecer los músculos debes hacer ejercicios fáciles, por ejemplo; apretar el esfínter anal (músculo que rodea el ano). Realiza esto varias veces al día. Otro sería, apretar los músculos como si sintieras que vas a tener una pérdida menstrual. Aguanta fuertemente esta contracción más de 5 segundos, y haz series de 3 a 5 veces. Cuando se vayan endureciendo, podrás ir aguantando más tiempo. Esta ejercitación es conocida como "kegels".
Después de 6 meses del parto, puedes comenzar a hacer abdominales, que te ayudará a recuperar el vientre plano. Puedes dedicar entre 5 y 15 minutos durante 4 ó 5 días a la semana. Lo fundamental es tener constancia, y los resultados aparecerán rápidamente.
Además, las abdominales te permiten mejorar la postura, y así evitar dolores de espalda, ya que suelen aparecer con frecuencia por tener al bebé tanto tiempo en brazos.
Otra parte del cuerpo que es necesaria trabajar son los pectorales. Al terminar con la lactancia, el pecho queda flácido y caído. Y aunque la glándula no pueda ejercitarse, sí podemos hacerlo con los músculos de la zona. Para ello apoya las rodillas en el suelo, cruzando los pies. Luego abre los brazos con las manos hacia delante. Flexiona los brazos y baja haciendo que llegue antes tu pecho que tu abdomen. Realiza esto 3 veces por semana.
Y si eres constante, y combinas los ejercicios con una dieta sana y equilibrada, ¡¡volverás a estar como nueva!!
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